Catadores de tiempos

Hoy es un buen día para terminar esta serie y cerrarla con toda la gratitud, primero con el Señor que ha inspirado cada blog que ha salido de esta serie y segundo con cada una de las personitas que ha creído que en estas palabras hay algo relevante que tomar.

Sabes que te escribo siempre a ti que me lees, lo hago inspirada por lo que Jesús ha hecho en mí y hoy quiero retarte una vez más.

Hemos hablado de tantos temas y siento que con cada blog el Señor se ha encargado de consolarme y traer también tantas convicciones a mi vida; pero a la vez ha traído verdades que me han aclarado el camino.

Me ha enseñado a ser sabia en las decisiones que tomo y a escogerlo a Él una y otra vez día tras día, no conformándome con lo bueno sino entendiendo que lo mejor solo está en lo profundo de su corazón.

Para cerrar, hoy quiero hablarte de esto: Dios nos capacitó para entender los tiempos y nos entrena para poder ser sabios sobre cómo vivir en medio de los tiempos y las temporadas que se nos presentan en la vida.

Aquí va este blog, inspirado en aquellos que catan, que degustan, analizan y viven los tiempos de forma correcta:

“Me di cuenta cuánto puedo hacer con todos los sentidos que Dios me ha dado. Cierro los ojos y siento que mi olfato se activa, puedo oler este tiempo, tiene un olorcito a un buen café, al café de la mañana; abro los ojos y esta realidad se hace como una convicción mayor en mi mente, puedo ‘tocar’ que este es un buen tiempo, pero esta capacidad no nació en mí, se ha desarrollado con los años.

Me entere de que tengo tantas capacidades, pero con ellas vienen las responsabilidades. Entendí también que este mundo necesita más personas que sean catadores de los tiempos, ¿este tiempo es uno bueno o uno malo?, si es uno bueno ¿Cómo lo puedo disfrutar? y si es uno malo ¿Cómo me puedo entrenar para afrontarlo?

El mundo está como loco y pensamos que porque todos van para allá entonces yo también voy hacia el mismo lado; pero los catadores de tiempos son aquellos que se paran en medio de la multitud (que se vuelcan hacia el mismo lado desesperados en búsquedas de respuestas) para rendirse y escuchar la voz de Dios en medio del caos.

Y aunque la realidad de este tiempo es que huela a injusticia, sangre y desgracia, cuando cierro mis ojos y afino mis oídos para escuchar la voz de Dios puedo oler el buen olor a café que viene de Su Presencia y me habla de esperanza en medio de un mundo desesperanzado.

El catador entiende que el olfato que se desarrolla y los sentidos que se tienen pueden llegar a su máxima expresión si son entrenados por el mejor, y ese es Dios; aquel que conoce y que ha escrito el destino del universo.

El catador de tiempos no toma ningún paso en falso, sino que sabe muy bien dónde está pisando así camine con una venda en los ojos, porque entiende que esa misma venda entrena mucho mejor los otros sentidos y le permite desarrollar pericia en sus movimientos y una agudeza en sus oídos.

El ruido no se vuelve su sonido diario, sino que aprende a aislar las muchas voces para solo escuchar la única que importa, la que lo puede guiar en tiempos buenos y en tiempos malos.

El catador entiende de tiempo, entiende la calidad del tiempo para así también guiar a otros hacia el lugar correcto, no solo hacia un buen lugar de refugio sino hacia el mejor lugar, que solo es Jesús.

El catador saborea el tiempo y agradece tanto la amargura como la dulzura del mismo, son los que se ponen en la brecha sin miedo al qué dirán porque entienden que la única voz correcta en tiempos de guerra son las del Creador de todas las cosas.

Quiero preguntarte y me pregunto lo mismo ¿en qué tiempo estamos? Estamos en tiempos críticos pero disfrutables de la mano del mejor, con una mayor manifestación del amor y la misericordia de Dios. ¿Cómo respondemos a ello?

Tu y yo somos catadores de estos tiempos, ¿Qué quiere hacer Dios aún en medio de la crisis? no nos conformamos con solo estar en medio de ella, sino que actuamos con sabiduría y autoridad, la autoridad que solo viene del cielo.

¿Estamos en tiempo de quietud, de conocer que Dios es Dios o de movernos al ritmo de la música del cielo? El que cata no se desespera, simplemente aprende a estar tan atento a la única voz que su radar reconoce; somos suyos y solo Él tiene la autoridad de dirigirnos.

Cata este tiempo y sé sensible a la voz de Dios. Por ahí dicen que los buenos consejeros nos evitan muchos errores; ese es el Papá que tenemos, uno que guía y acompaña, que nos quiere llenar de sabiduría para vivir correctamente ahora, donde nuestro amor se puede enfriar y nos podemos desenfocar;

Él quiere avivar el amor donde se está apagando y re direccionar nuestra mirada hacia el único que sabe cómo deberíamos vivir y actuar en estos tiempos, donde cada uno solo busca lo suyo.

Nosotros - por medio de su precioso amor - decidimos buscar lo que Él ama y desea, porque detrás siempre viene la añadidura, aunque esta nunca será mejor que el hecho de volcar todo nuestro corazón hacia él, en temporadas tan críticos y cruciales como los que estamos viviendo.

Una vez más me convenzo de que Dios hizo la vida para que la vivamos con la intencionalidad de amarlo con todo el corazón y de probar en este momento que seguirlo a Él y amarlo es lo mejor que podemos hacer y es la mejor porción que tenemos en esta vida.