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La decisión de estar bien

 

 

01/04/2023

Desde hace unos días vengo pasando diversas situaciones que son difíciles de explicar, el corre corre de la vida decidió decirme: ¡necesitas parar! y efectivamente así sucedió, pero de la manera en que no me imaginaba. En este tiempo vivir se ha vuelto complicado, sobre pensar las cosas y llevarlas a los extremos ha sido uno de los problemas más grandes, pero luchar y verbalizar lo que siento ha sido una terapia increíble.

 

Que loco es que cuando estamos mal se nos olvida tanto como es estar bien y llega un punto en donde se convierte en la decisión de estar bien más que esperar naturalmente que vuelva esa paz en tu mente y en tu corazón. Aún estoy intentando acomodar mis palabras, pero creo que muchos de los que me leen me entienden en este proceso, en el cual cambié mi perspectiva de verlo como un momento de dejar de confiar en Dios y su paz a verlo como uno reenfoque y de volver a tener confianza en él, en que tiene el control de todo lo que no puedo controlar.

Los pensamientos y la mente son una máquina que siempre produce y que pide de ti toda tu energía concentración y enfoque sobre estos pensamientos intrusivos.

Controlar mi mente se ha convertido en una lucha constante y casi imposible, ni siquiera tengo razones para preocuparme, pero así lo hago, pensamientos como ¿qué voy a hacer el día de hoy? El día tiene un montón de horas para ser vividas y no sé si la energía del día me dé para lograr hacer lo planeado, es allí donde me doy cuenta que en este punto necesito tomar la decisión de estar bien.

 

Fácilmente mi mente puede divagar en infinidad de pensamientos, pero la decisión de estar bien consiste también en entender a qué lugar voy cuando me siento abrumada y a quien le entrego mis cargas y ansiedad cuando ellas llegan descaradamente a querer apoderarse de mi paz. De esta manera solo logro estar en calma cuando se trata de estar con él, cuando el me recuerda mi identidad, cuando él me dice que soy amada, que fui planeada que esta vida tiene sentido porque la vivo para él.


En este proceso también tomar pequeñas decisiones que parecen tan insignificantes, pero son tan poderosas han cambiado por completo mi estado y mis pensamientos; decisiones como: pararme de la cama, decidir cuidar de mí, dar un abrazo, dar una sonrisa ser productiva en el día, pero también darme pequeños gustos como comerme un chocolate, tomar agüita, tomar una

ducha de agua caliente, hacer ejercicio, pequeñas cosas que me recuerdan la chispa de la vida y la motivación por la cual debo continuar. La vida no es simplemente una serie de sinsentido, sino que tiene completo sentido cuando se trata de estar cerca de él y tomar la decisión de estar bien porque el me acompaña, porque el me guía en mis pasos, porque el sigue siendo mi camino, y aunque en ocasiones la decisión de estar bien parezca tan pesada que es casi imposible de sobrellevar, él me dice que toma mi carga para que juntos continuemos y no nos rindamos ante todo el bombardeo del día a día al que me enfrento.


La decisión de estar bien también tiene que ver con la capacidad que tengo que acoger, adoptar y hacer mía la verdad sobre la situación, hay realidades que son crudas, pero la verdad que abrazo necesita ser más fuerte que mi realidad, una y otra vez esa debe ser mi lucha y mi victoria. Porque esta verdad es la que va a sanar mi mente, mis pensamientos y aun toda mi realidad conforme a sus buenos y grandes propósitos.  

 

Por último, te invito a preguntarte como lo hago cada día en esta batalla:

¿sobre quién pongo mis cargas? ¿a quién le permito que tome el poder de mi mente? ¿de qué verdad o que mentira estoy llenando mi mente? ¿el lleno de basura y filosofías vacías que no me llenan o de la verdad que sana mi mente y mis pensamientos? He llegado a la conclusión que hay más riqueza y plenitud haciendo lo siguiente…

 

“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.” Filipenses 4:6


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