Espejismo 2.0

Espejismos que intentaron atraparme, y lo hicieron en su momento, que me dejaron presa de ideas y pensamientos monótonos, que me volvían a decir lo mismo una y otra vez y me hacían caer de nuevo al mismo lugar de desesperación. Creía que caía bajo aguas profundas y refrescantes cuando me estaba ahogando en mis propios problemas y mentiras. Creía que podía escapar sola, que podía controlar mis sentidos y deseos, pero lo único que ellos hicieron fue mostrarme cuan débil y dependiente soy.

Mis espejismos se parecen a momentos oscuros, rotos profundos que lograban decirme que no valía la pena vivir, y que no había propósito en ella misma, espejismos que me decían que solo existía el confort en mis ideas y convicciones, moldeadas por la cultura, que todo era superficial y no valía la pena invertir tiempo en lo eterno, que no valía la pena una conversación sincera con el creador para que arregláramos cuentas, que no había consejo que pudiera atrapar y dirigirme hacia un mejor camino; y en medio de mis espejismos mis pasos se enfriaron, y perdieron el rumbo; mi cuerpo se estaba ahogando en medio del calor y la vida se me iba. Creí que había hecho lo mejor, pero después de salir de mis ideas ilusorias me di cuenta que había vivido un infierno en vida, que yo misma había escogido, que me había conformado con mis buenas decisiones y no había elegido la mejor parte, el mejor pedazo de la vida, Jesús me estaba invitando desde hace muchos días a disfrutar una vida plena a su lado.

Hoy me entere que mientras más insistía en cosas que merecía más me hundía, y me recordaba una y otra vez que merecía mi tiempo completo para mí, merecía todo lo que mi cuerpo pedía, merecía mis pensamientos negativos, merecía mi depresión, merecía mi idea de vivir bien, merecía seguir herida por el tiempo que quisiera, vivir el amor a mi manera aunque eso significara que fuera a medias, pero olvidé algo muy importante y fue cultivar en cada “me merezco” el “¿esto será bueno para quién?”.

Hoy Jesús te quiere sacar de esos lugares oscuros, para mostrarte que lo mejor para siempre es él. Yo también he estado allí, y posiblemente tendré ilusiones de nuevo que me dirán que por ahí es el camino. Pero cuando mis pasos quieran correr tras ideas engañosas, Jesús será la roca que me impida seguir por allí, me obstaculizará el camino para que no me conforme, con tan solo lo bueno sino lo que escoja él de principio a fin. Mis distracciones no se convertirán en mis decisiones, mis ideas y espejismos no serán mi destino, pues la mejor parte la encontré en cultivar la eternidad desde ya, aquí en la tierra con cada decisión sabia expuesta por la verdad, que me ayuda a volver a la mejor elección, Dios llenando cada partecita de mi ser.