top of page

Espejismos 1.0

Actualizado: 11 ago 2023




Reseña pequeña de una historia: “Estaba cansada, cansada de caminar y caminar buscando un poco de agua, tan sólo un poco en medio de un infinito desierto, había pasado por todas las etapas allí, anduve desesperada, camine con cansancio, camine por inercia, camine angustiada, me senté en lugares muy muy calurosos, pero la esperanza hacía que me volviera a parar, llegaron momentos donde no caminaba, corría, en busca de mi oasis. Pero en el desierto no había nada, nada más que arena, mirando al infinito, pude sentir como mi deseo por encontrar algo que me ayudara a sobrevivir, se pudo juntar con mi ilusión, alcancé a percibir a lo lejos, un gran manantial de agua, comenzaba a caminar pero pareciera que mi oasis siempre se mantuviera a la misma distancia, en ocasiones percibí personas inexistentes, palabras que me decían que siguiera caminando, que ya pronto llegaría a este lugar que iba a saciar mi necesidad, no sé cuántas horas pasaron, entre mis voces, y lo que veían mis ojos, mi esperanza desde que había visto el oasis había pasado de 50 a 100 pero a medida que seguía avanzando sin ver cambio alguno. Sin percibir un mínimo acercamiento a dicha agua tan anhelada poco a poco paso de 100 a 30, luego a 20 y luego a 10. Y sí, recuerdo que cuando estudie sobre los desiertos siempre había una palabra que me repetían una y otra vez en mi entrenamiento: espejismo; me encontraría con imágenes ilusorias acerca de lo que mi cuerpo clamaba, pero que en realidad no existía, un oasis que solo era el reflejo del cielo. Desde el momento que termine mi última gota de agua supe que poco a poco mi mente se encargaría de ver agua en todo lugar, porque mi cuerpo no podría sobrevivir sin agua. Fueron todos y cada uno de los objetos que vi desde ese momento espejismos de mis deseos una representación o realidad engañosa e ilusoria.”



Puede que parezca la anterior historia tan sólo una ilustración inventada, pero no sabes en cuantas ocasiones me he sentido así, tan pérdida, tan deseosa de respuestas, pero también tan engañada por mis propios sentidos, deseos. He aparentado tener un corazón sincero buscado respuestas de Dios, clamando por agua en el desierto, sin en realidad tener un corazón sincero a exponerme a la verdad de Dios para mi vida en cada área. Me he resistido pensando que tengo de dónde agarrarme, que mis ideas buenas, son un vehículo para llevarme a lugares maravillosos, he intentando avanzar en ellos me he dado cuenta que han sido espejismos, imágenes distorsionadas y tan sólo la versión “mini” de lo que Dios me esta mostrado que quiere hacer. Creo montarme a un avión gigante que me puede llevar de Colombia a la China sin ningún problema pero luego puedo ver cuán graciosa me veo en mi propio caballo de palo, como un niño cree que en él puede llegar a la luna. Espejismos, que muestran cuán orgullosos podemos ser con la poca capacidad de reconocer que nos equivocamos, que no tenemos la capacidad de tomar las mejores elecciones, y que ya hemos pasado por allí pero preferimos volver a repetir escenas de dolor con tal de no reconocer que nuestras formas son erróneas. Y es que el oasis únicamente se hace real cuando Dios provee, porque cuando corremos y corremos tras ideas erróneas, en realidad cuando pareciera que nos esforzamos tanto y que avanzamos la verdad es que nos mantenemos exactamente en el mismo punto de inicio. Espejismos engañosos, mentiras parecidas a verdad, pero que son “hevel”, ideas que se esfuman como el humo.



¿Y sabes por qué no estamos dispuestos a reconocer nuestros espejismos y engaños? Porque el precio de la verdad es costoso, y merece sacrificio, porque es reconocer que debo morir, a mis ideas limitadas para que las de Dios crezcan que no sé cómo vivir, sin alguien que me diga “ey por ahí no es” y nos vemos tan ridículos tratando de pasar una pared creyendo que somos invisibles, la inocencia de un niño es hermosa, pero cuando hemos crecido y nos seguimos comportando y seguimos obedeciendo ideas ilusorias ya no se ve tan lindo se ve ridículo e inmaduro, y hoy el Señor, quiere que dejemos de caer en nuestras propias mentiras para que el amor perfecto de Él sea desarrollado en nosotros para que encontremos nuestra agua en el desierto porque él la proveyó.


 
 
 

Commentaires


Gracias por suscribirte!

  • Facebook - Círculo Negro
  • Instagram - Negro Círculo
bottom of page