Guerra

Bitácora #2

Agosto 24 de 2019

“Los días eran felices y coloridos, el sol estaba siempre arriba y brillando con intensidad, una intensidad que poco a poco fue desapareciendo. No logro comprender en que momento la claridad se convirtió en oscuridad y nublaron todo lo que mis ojos veían. Trate de quitar lo que me obstaculizaba ver, pero me di cuenta de que lo que me impedía caminar con firmeza era algo dentro de mí, el sol podría brillar allí afuera, pero mi mente veía todo blanco, gris y de repente todo tenue y nublado. El problema estaba dentro de mí. Caí, caí en la desesperación que nunca busque, pero que me encontró y logro abrazarme, caí en pensamientos que hacían que mientras intentaba dormir se convertían en pesadillas. Y dormía, pero la pesadilla luego era despertar, mi corazón latía con fuerza y mi mente le decía al cuerpo que no se parara, no había sentido en hacer alguna actividad, porque allí no había propósito; mi respiración se acortaba, una parte de mí quería despertar pero otra no. Lograba pararme de la cama, pero inmediatamente me sobrecogía un sentimiento de desesperación, me ahogaba de nuevo en mis propios pensamientos que me impedían continuar y que nublaban de nuevo mis ojos, pero con lágrimas que se derramaban por mis mejillas. Caía inmediatamente postrada para escuchar una voz diferente a la de mi mente. Era una lucha constante, una guerra dentro de mí entre la vida y la muerte que se libraba dentro de mí, pero en la que papá siempre me atraía con lazos de amor.

En ocasiones parecía y puede que parezca en tu mente una guerra contra Dios ¿Por qué Dios siendo tan bueno permite que esto suceda dentro de mí? Y esa es la trampa que está dispuesta para mí y para ti, buscar culpables en lugares y personas equivocadas, lograr hacerte alejar del lugar más seguro donde podríamos estar, porque pareciera que el que nos está dando la mano para ayudarnos, en la distorsión de los pensamientos, nos empuja más hondo para impedir que respiremos ante este mundo que en ocasiones atosiga. ¿Peleamos con Dios de nuestro lado o contra él? Me di cuenta de que él no era el culpable, las situaciones simplemente llegan y mi buen padre siempre las transforma para mi bien, aunque el mismo no las envié, las permite y terminan siendo para mi bien. Estaba luchando contra aquel que me quería ayudar, el único que realmente lo podía hacer, y esta guerra contra mí misma y contra Dios me debilitaba más y más, no tenía sentido.

En medio de mis confusiones llegaba una palabra a mi mente una y otra vez:

"Aunque tu camino me lleve por el valle de la más profunda oscuridad el miedo nunca me vencerá, ¡porque tú ya lo has hecho! Tu autoridad es mi fuerza y mi paz. O "Tu vara y tu cayado me consuelan. El consuelo de tu amor me quita el miedo.”

Qué seguridad y que descanso me traían estas palabras, mientras en mi mente y en mi interior se sentía esta guerra, esta palabra me recordaba que hay uno que está de mi lado, que siempre sale ganador, que vence la guerra de mi interior cada día, que ya lo hizo y que ahora me da la victoria sobre circunstancias difíciles, sobre pensar las cosas, sobre la ansiedad, sobre la depresión, sobre las mentiras que quieren ser dichas sobre mí, sobre el ruido en mi interior, sobre mis miedos y sobre el escape y la soledad. Que, aunque no lo vea o lo sienta en ocasiones, ya lo tengo, no estoy sola en medio de las circunstancias, nunca lo he estado y nunca lo estaré, tengo un buen padre que me acompaña, y que atraviesa las circunstancias oscuras de mi lado, no me envió al mundo a vivir y defenderme como pueda, sino que es su deseo acompañarme y guiarme con el arma más poderosa que puede existir, su paz que sobrepasa todo entendimiento. ¿Y por qué lo sobrepasa? Porque muchas veces no tiene lógica tener gozo cuando todo parece derrumbarse, porque no tiene sentido tener un corazón agradecido cuando pareciera que no hay nada que agradecer, pero esta paz va contra nuestra cultura que se queja de todo, esta paz atraviesa el miedo con su poder y lo destruye, parece absurda, pero es tan real, y te saca de los lugares más tenebrosos porque tiene la capacidad de vencerlos, es un lugar seguro y un arma poderosa en contra del sistema que nos quiere destruir y dejar allí, que quiere que nos ahoguemos en él acelere y en nuestras propias penas, una paz que nos promete estar allí aunque nos volvamos a alejar de ella, aunque parezca que caemos una y otra vez en la desesperación, siempre sale al rescate y llega justo a tiempo.

Su vara me infunde las fuerzas que necesito para seguir caminando, aunque pesen los pensamientos, las emociones, las ganas de seguir, toda obra para mi bien y esto solo nos hará más fuertes, con nuevas perspectivas de la vida y nuevas facetas de quien es Dios actuando a nuestro favor, mostrando toda su gloria y belleza en medio del proceso. ¿No es esto emocionante?

Por eso, aunque en ocasiones las circunstancias quieran llegar a abrumarme para hacerme olvidar la verdad de caminar con Jesús, nunca me sentiré solo, porque tú estás cerca. Las distracciones ni siquiera lograron ser medicinas temporales para mi vida, abrir la pantalla me impregnaba de más sin sentido, y de forma rara, pero maravillosa, Eclesiastés tomaba sentido para mí “no hay sentido en esta vida”, todo es Hevel es como humo que se desvanece lejos de los brazos para los cuales fui creada, lejos del único que tiene la capacidad y el tamaño de llenar el vacío de mi corazón.

Mi único lugar de refugio logro ser las melodías que eran inspiradas desde el cielo, simplemente estar quieta, y escuchar, sentía su presencia, que nuevamente me volvía a calmar como a bebe con su biberón, la música entraba a mis oídos, sus palabras penetraban mi corazón hasta lo profundo de él, la respiración se volvía a su curso normal, y los ojos solo querían vivir en lo que decía la eternidad, las pequeñas cosas tomaban más sentido para mí que la acelerada rutina, y su presencia logro traer paz mental y paz completa a mi vida. Cada momento de crisis me enseño que la crisis no es el fin, pero sí es un arma poderosa que Dios usa para que crear arte inspirada por la dependencia y los lazos de amor que nos rodean sin dejar algún lugar vacío.”