Hueles a flores
- Sofia Florez
- 3 sept 2020
- 2 Min. de lectura

Hueles a flores… a un nardo puro, a un acidito mezclado con un dulce; hueles a paz, hueles tan fuerte y aunque en ocasiones no se percibe, en realidad tu olor es más potente que la primera vez, hueles a flores cada vez más intensamente.
Hueles a romanticismo puro, a un amor puro, tu olor no se 'marchita' ni se disipa, hueles más fuerte de lo que pensé alguna vez. Hueles a las más coloridas y bellas flores, y jamás dejas impregnar tu aroma en mí.
Hueles, tu olor me persigue y me encuentra detrás de las cortinas, 'juega' conmigo hasta alcanzarme y no desiste. Hueles a las rosas del jardín y a las margaritas amarillas, llevas el dulce olor de las flores moradas y de los lirios. Es tan sutil pero tan penetrante, es el mejor perfume para ser derramado sobre un gran rey como muestra de su honor y soberanía.
Hueles tanto a flores, que aunque pareciera que fuera yo quien derramara en todo tu cuerpo algún precioso y costoso perfume, en realidad mi olor no se compara con tu fragancia maravillosa. Caigo derretida a tus pies, no por lo que yo pueda derramar, sino porque estoy anonadada ante tanta perfección, completamente atraída por tu belleza, que no necesita de las palabras, sino que atrae poderosamente con lo no tangible.
Cuan valioso es tu olor, cuan preciosos tus pies y tu cuerpo que emanan fragancias de sacrificio y rendición, que extraen de sí el mejor aceite, y con él el mejor perfume.
Cuánto embriaga tu aroma al ser aplastadas tus flores y tus olivos para sacar el perfume más caro y el aceite más puro, con los que se disipa completamente toda pestilencia de la existencia.
Tus flores en mí son nardo puro, son perfección, son todo para mí... son plenitud.
Tu olor me recuerda al pacto de amor que marcaste con tu sacrificio en aquella cruz; que delicioso es probarte y quedar impregnada de la mejor esencia, tu muerte y resurrección que me recuerdan nuestro compromiso de amor eterno: soy tuya y tú eres mío.

“Nuestras vidas son la fragancia de Cristo que sube hasta Dios… para aquellos que se salvan, somos un perfume que da vida.”
2 corintios 2:15-16
Comentarios