Mi faro y mi capitán

Siempre recuerdo que soy una pequeña nave zarpando en la grandeza de tus aguas, un barco que en ocasiones en medio de la oscuridad cree que tiene luz propia o que es el único navegando en el océano de tu inmensidad. Pero amo cuando la luz de tu faro es cada vez más evidente sobre mí, para mostrar cuan perdida voy bajo mi propia dirección, una luz que me deja en evidencia no para humillarme por mi falta de sabiduría para elegir, sino para darme exactamente lo que necesito, una dosis de claridad en la fuente correcta.

En medio de un mar inmenso e impetuoso tú eres mi luz, la luz que necesitaba mi camino, eres el faro que emite brillo a mi existencia y siempre tiene una dirección clara y el capitán que me re direcciona al propósito. ¡Yo te necesito! Porque sin tu ayuda no podría seguir siendo un pequeño barco en medio del agua, sin duda mi existencia ya tendría fecha de expiración.

Sin tu luz seguramente el viento me llevaría a lugares inhóspitos y no sabría qué hacer si las enormes olas vienen sobre mí.

Te necesito como faro y como capitán, mientras tanto yo detrás de ti aprendo como sobrellevar esta vida difícil pero hermosa, que me quiere sobrecoger con un sinsentido de razones sobre porque no seguir; y aunque las olas me hagan sentir inestable en realidad frente a la impetuosa existencia, me siento completamente segura contigo, porque tú haces frente por mí. Amo hacerme detrás de ti para que tu pericia se haga completamente visible al mundo. Tu faro me busca, hasta encontrarme y me muestra tu camino bueno agradable y perfecto para mí. Te amo mi faro y mi capitán.