Mi vida a los 20
- Sofia Florez
- 15 jul 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 11 ago 2023

Mi vida a los 20 (menos miedosa)
Extrañaba escribir, simplemente siento que esto hace parte de mi ADN, me hace sentir libre y me permite dejar una huellita más en la mente y en los corazones; pero más que eso, dejar que Dios sea el que escriba y fluya por medio de estas letras es lo que más me motiva a hacerlo.
Han pasado tantas cosas. El blog de hoy tendrá un toque mucho más personal y amo compartir esto y dejarlo como un testamento y un recordatorio de lo que he visto de Dios a mis 20 años. Espero poder venir más adelante a este blog, mirarlo como mi diario y reductor de amnesia sobre lo que Dios ha hecho y que a medida que avanzan los años lo multiplica sobrenaturalmente.
Me preguntaba: ¿Cómo describiría mi vida a los 20 años? Muchos dicen que es una edad en la que estamos en la flor de la juventud, el momento de comenzar muchas cosas de adultos, nuevas responsabilidades y muchas decisiones por delante.
¿Estaremos dispuestos a asumirlas responsablemente? Muchos comienzas sus empresas de granito en granito y a planear cómo cumplir sus sueños ordenadamente.
A mis 15 pensaba muchas cosas sobre mí futuro a los 20 años. Andaba soñando, pero aunque tenía una pequeña idea de lo que podría llegar a ser en 5 años, jamás me imagine lo que vivo hoy. Siempre he proyectado mí vida con Jesús y me repito una y otra vez: las promesas de Dios son sí y amen, Dios nunca dice una promesa y no la cumple, sus pensamientos son más altos.
Él se encarga de muchas formas de recordarme estas palabras, pero de verdad me doy cuenta que si alguien humanamente es soñador jamás podrá comparar sus sueños a lo que Dios ha soñado para el ser humano.
En esta etapa de mi vida siento que perdí el control. Enserio, no podría saber qué me deparan los siguiente años o que será de Sofía en lo que está por venir, pero si de algo estoy segura es que en cinco años seguiré siendo sostenida por la mano de Dios.
Perdí el control de lo que algún día soñé porque Dios se está encargando de romper mis cajas, mis ideas y mis sueños, así como cuando tú le pedías a tu papá una Barbie con casita, pero tu papá no se conformó con eso sino que te la dio con casita, con carro y ropa.
Así me siento en este punto… creí llegar hasta aquí con la vida normal de toda chica de 20, próxima a graduarse de la universidad, proyectándose a un futuro con alguien tal vez, o ahorrando para su propia casa o carro. O de pronto dedicada solamente a disfrutar y aprender a vivir, medio loca y muy arriesgada.
De pronto sí tengo un poco de cada una de estas cosas, pero no soy a esta edad el ideal de los 20 y eso me encanta; mi vida ha dado giro tras giro y mientras parece que la pita se enreda en realidad, Dios la está desenredando demostrándome que la historia que Él escribe en mi vida de verdad es la de un guionista y director profesional. Dios es mí maestro de escritura en historias y enseñanzas, y mi vida ha sido un lienzo para eso. Podría describir mi existencia como el 'aprender a soltar' y a afirmarme en la identidad de hija que sólo viene de su Presencia.
Créeme que con lo que cuento, aunque no es muy específico y si de pronto conoces mi vida más a fondo, sabrás a qué me refiero con cada palabra. Con todo esto no me siento mejor que nadie, solo quiero expresar que aunque mis planes no se han ejecutado al pie de la letra, agradezco a Dios por eso, porque la vida con Dios siempre viene con un factor sorpresa, de asombro, de incertidumbre, pero también de confianza en medio de no ver nada con claridad
... Y es muuuuy divertido ¡Enserio!
Así que decidí no comparar mi vida con la de nadie sino contarte mi historia. Dios a los 20 me sigue enseñando a ser hija, a saber que enserio vine a esta tierra con nada y que no me voy en algún momento con algo que nazca de mí. Solo podría recibir lo que viene de Él y dar lo que proviene de Él.
Soy tan dependiente; pero no es una dependencia tóxica, es la dependencia con la que todos nacemos pero que a muchos nos cuesta reconocer. No tener el control es desesperante, pero a mis 20 he ido aprendiendo que cuando Dios te tapa los ojos - aunque te asuste en ocasiones - en realidad te toma con tanta fuerza y te da tanta confianza con su voz a medida que te da indicaciones, que al final te das cuenta que te llevaba a una fiesta sorpresa. Solo te tapó los ojos para que confíes en que Él siempre tiene lo mejor, lo perfecto.
Desde el 'segundo piso' veo a los del 'quinto' y a los del 'tercer piso'. Analizo sus vidas y me encanta ver cómo viven y todo lo que me espera por delante. Abrazo esta edad con humildad, amo con locura vivir para Jesús siendo tan joven pero tan consciente de esta decisión. Cada día estoy más segura de que no estoy desgastando mi vida, estoy haciendo la mejor inversión, que me está dando increíbles intereses desde ya.
Me describiría como alguien tan miedosa por mí misma, pero en mí desarrollo y afianzamiento de identidad de hija Dios me repite una y otra vez que ya no soy más un manojo de temor, que esa no es mi esencia, mi esencia en Él es ser audaz, sin miedo, valiente.
Amo esta etapa con sus bajadas y subidas, tan imperfecta pero escuchando como el escultor da sus toques con martillo para pulir una y otra vez mas perfectamente para ser a su imagen. Porque sé de quién me aferro, sueño cada día más aunque sé que esos sueños se potencializan en Papá; me ilusiono con todo lo que viene y tengo expectativa, me imagino la vida llena de colores con Jesús, aunque sé que en su interior tiene muchas cosas que me formarán, pero todo lo bueno es el resultado de un proceso y no tengo miedo, porque se quién va conmigo.
Jesús es mi mejor decisión, el resumen de mí vida y la expectativa de mi futuro. Ya les cuento en otros 20 añitos cómo me va jaja. Gracias por acompañarme y escuchar lo que Papá me ha hablado, y sobre mis 20 años, dispuesta desde hace dos años a escribir tan solo lo que escucho y vivo.
Si sueño es para Él, sí creo es por y para Él, si ves algo bueno en mí créeme que solo puede nacer de Él. Gracias por leerme, esta soy yo sin miedo, en Su esencia y completamente plena, divertida en Su presencia y sus procesos. El objetivo de esta vida es su Gloria.

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