Mi vida a los 22
- Sofia Florez
- 15 sept 2022
- 5 Min. de lectura

¡Uf! Dos años y tantas cosas que contar, la última vez escribí el blog "mi vida a los 20", y mis 21 sí que fueron una etapa maravillosa. Ahora le digo adiós, sintiendo que cada año es desbloquear nuevas etapas, aventuras, crecimientos y madurez, ya se que suena muy cliché, pero que le hacemos, así es la vida para el que lo sabe aprovechar.
Creo que este es el primer cumpleaños al que no llegó corriendo, ni esperando con ansias, estos años me han enseñado a esperar todo con paciencia, y hasta con sobriedad sin dejar de estar activa y moviendome diligentemente hacia lo que Dios me ha llamado a vivir.
Este año no me emociona la fiesta tanto como antes, ni los regalos o palabras, y aunque reconozco completamente que son tan valiosas e importantes, este año llego a los 22 con una gratitud inmensa pero también con un temor reverente, de verdad crecer requiere más responsabilidades, más expectativas por cumplir, esas que también poco a poco voy anhelando alcanzar. Con mis 22 años, quiero seguir viviendo mi proceso con Dios dando pasitos, si así él quiere, o si debo dar pasos grandes, también sé que hay temporadas que lo requieren.
A mi corta edad, recuerdo cuán fiel ha sido El, cuán bueno y cuánto me hubiera perdido si me hubiese dejado llevar por el pensamiento de ese Dios, ese Jesús, solo es para los viejitos.
Tengo 22, y si me conoces un poco de cerca sabes que no he vivido muchas de las cosas que caracterizan a alguien de mi edad, y me siento plena por ello, ni mejor, ni peor, tampoco frustrada, solo me siento satisfecha con las decisiones que he tomado hasta ahora, porque siempre he sido llevada por caminos mas excelentes y más sorprendentes de los que habría alguna vez imaginado. Año tras año, puedo confirmar que aunque la imaginación del hombre es tan increíble y tan creativa, Papá siempre tiene la cereza del pastel para completar nuestros sueños e ideales, sigo siendo una soñadora, aunque ya pienso con los pies más en la tierra, sigo teniendo una visión del futuro lleno de esperanza y de cambio, a pesar de que a veces me detengo a observar mi alrededor y no vea nada, o quizá,veo todo lo que hay por hacer y cuán difícil es saber por dónde empezar.
¿Que me espera? Uf, hay tantos cabos por resolver y caminos por entender.
Así mismo, hay cosas por definir y decisiones que tomar; pero de algo quiero estar segura, y es nunca olvidar quien me ha traído hasta aquí, la razón y el motor de lo que hago, quien hace de mi vida una fiesta, y a veces pareciera que me pone de cabeza pero al final, siempre, siempre me muestra que estaba preparando lo mejor para mi. Hace un año decía, esta vida es para mi Jesús, y este año lo vuelvo a afirmar. El no se quedó en la tumba y ahora su vida es mi vida, su victoria es la mía y por él, vale la pena vivir esta vida llena de vainas y enredos; el me da una vida desbordante, emocionante, burbujeante, ardiente, alocada y llena de sorpresas, estresante (no lo puedo negar), jajaja, pero yo soy la del problema, no él.
En esta corta vida he tenido muchas conexiones, he pasado por un par de caminos, tomado algunos aviones, visitado ciertas ciudades y amigos que han hecho del baúl de los recuerdos algo emocionante y vibrante; me siento completamente bendecida de ver su mano que me ha sostenido. Este es el inicio de un nuevo camino.
Cada día mi amor crece y madura a través de los retos. He fallado una y mil veces, he sido infiel, incoherente en muchas ocasiones y en muchas otras indigna de representar un amor tan grande, un papá tan hermoso. Él no es como yo, él siempre es fiel, nunca cambia y me ayuda con paciencia a parecerme a él, sin presiones y con dulzura, amor y disciplina me impulsa hacia adelante. Sigo construyendo un camino con las raíces y el fundamento en la esencia, y la verdad de quién es él.
Llegó a los 22 un poco más alegre y más consciente, bueno, un poco más, cada día más. Viviendo en los frutos de lo sembrado y a la espera de cosechar.
Esta soy yo, aprendiendo de los errores, sonrojada por bobadas, y hasta con miedo de ir a un banco para tener que afrontar responsabilidades de adulta, pero feliz porque Dios en su infinita gracia me ha permitido quemar etapas, e iniciar nuevas con tranquilidad y sin presiones, con las cosas necesarias en su momento, aprendiendo cada día a no desesperarse fácilmente, aun cuando los problemas me sobrecogen, y en medio de la tormenta poder mirar a Jesús que me da completa paz interior, en medio del bombardeo de ideas que se lanzan para capturar mi atención, con algunos miedos desbloqueados que antes no me preocupaban, con más responsabilidades y más demandas, pero tomándola suave, porque Jesús me dice que esa carga pesada no me pertenece, la que me pertenece es la él que me da, una maletica suave y parchada que me permite llevar las herramientas necesarias, para los nuevos retos que se ponen en mi camino. Sigo siendo la niña de Papá, tomada de su mano pero con la conciencia de una mujer que sabe que aunque es una princesa, tengo que amarme en medio de mis equivocaciones. También, tengo valentía en mi interior que me permite tomar decisiones sabias, y dejar a un lado el qué dirán, construyendo la Sofía que sigue creciendo en el fundamento, que es Jesús.

Gracias a ti que has hecho parte de mi vida, has estado presente aún en medio de tus ocupaciones y tus propios líos; gracias a ti amigo que has dejado huellas en mi interior y enseñanzas imborrables que seguramente tengo escritas en un cuaderno, porque no lo quiero olvidar; gracias a ti amigo que has visto la fuerza del Padre en mí cuando yo misma me he sentido como un ocho, llorando como niña pequeña; gracias por no juzgarme en medio de mi debilidad, por ver un nido de talentos en lugares donde yo he visto ausencias y vacíos; gracias porque tú has sido la persona que me a soportado y sostenido cuando pienso que es mejor, ser autosuficiente y que la vida sin Jesús se podría ver mejor. Esta vida con 22 años tiene un paralelo muy realista, a veces se ve de colores, y otras veces se ve gris, pero en ambas es apasionante y emocionante, si se vive con la actitud correcta, las bases correctas y las personas indicadas, que te ayudarán a contemplar lo maravilloso, lo bello, lo evidente con más fuerza, en los días de colores, pero también lo imperceptible a los ojos en los días grises y que Dios pondrá allí para ayudarte a verlo actuando medio de esos días con más claridad, y a desarrollar tu fuerza y tu capacidad de perseverar en lo inconmovible.
Gracias por llegar hasta aquí. Sigamos pintando los pasos y dejando esas huellas que permanecen sin importar el tiempo.
Yorumlar