Te invito a acercarte

Hoy, el lugar de paso se convierte en nuestro continuo presente y aquellos de los que huimos tras una puerta se convierten en nuestros constantes vecinos, la capacidad de ser desconocidos se convierte en la oportunidad de ser conocidos, de ser vulnerables con aquellos que están siempre pero que por el correr del tiempo ignoramos constantemente. Nos tocó parar y justo en casa; hoy aquellas cuatro paredes son una taller de maestros, donde el simple lugar se convierte en colores que se emanan de notas musicales, y pinturas que expresan lo que se ha obligado al corazón callar por el acelere de la vida. Hoy, la necesidad nos lleva a convivir y a enfrentar conflictos que necesitaban ser resueltos. Hoy la necesidad me lleva a ser consiente de mi presente, aquí en casa, en el hogar conformado por personas reales que me aman y que hoy expresan el amor a través del servicio. Hoy, el lugar físico va más allá de la palabra casa, para convertirse en un entorno acogedor pertinente para mirarnos cara a cara y perdonarnos, y amarnos. Hoy, el hogar lo conformamos tú y yo, afortunados de darnos cuenta que tenemos una familia. Hoy, nuestra casa se convierte en el lugar de resguardo y cuidado en contra de la muerte que nos puede alcanzar y que declara la guerra sin excluir a nadie de ser atrapado… hoy, sin alternativa alguna no podemos huir de casa, no podemos huir de aquel vecino que se encuentra al lado del cuarto y que está dispuesto a regalarnos una sincera conversación. Pero.. hay otro vecino aún más cerca que el de al lado, y un hogar aún más cálido que nuestra propia casa, el lugar del cual constantemente huimos y que hoy es el momento pertinente para enfrentar cualquier conflicto interno que nos impide volver allí. ¿Y qué tal si hoy nos damos cuenta que no hay años suficientes que nos hagan indignos de volver a casa y qué hoy es el momento perfecto para darnos cuenta que Papá nos invita a acercarnos un poquito más?, el dulce hogar de su presencia nos invita a sentarnos frente a las hermosas brazas de la chimenea, con un delicioso y caliente café junto a El, dispuesto a escuchar cada queja, cada deseo, cada frustración, cada sentimiento de impotencia o tal vez de gratitud que por estos días salen a flote. Hoy el consuelo se manifiesta, si eliges dejar de huir tanto de la casa física como del hogar espiritual que son los brazos de Papá. ¿Aceptas la invitación a estar más cerca? ¡Vuelve a la casa que siempre ha tenido las puertas abiertas para ti!